(Poema en cuartetas)
A
los hombres y mujeres de Asistencia de ayuda a domicilio, por entregar el
corazón a quienes tanto amor necesitan.
A la puerta un ángel llega,
vestido con bata blanca,
una señora lo espera
en el salón de su casa.
Cuando se escucha la puerta,
la anciana alegre descansa,
andando viene hacia ella,
ha vuelto a hacerle compaña.
Y no viene el ángel del cielo,
que vino andando y sin alas,
hombre o mujer que a un abuelo
viene a entregarle su alma.
No está sola hoy la abuela,
y en la casa hoy nadie llora,
a cumplir con su faena,
con su sonrisa ya asoma.
Y no está solo el abuelo,
en otra humilde mansión,
que ya ha llegado el momento
de tener conversación.
No hay palabras que describan
el placer que tengo yo
de conocer día a día
cómo dais el corazón.
Yo os he visto sufrir,
en amarga despedida,
sabiendo que hoy allí
una luz se apagaría.
Yo os he visto llorar,
en una casa vacía,
con lágrimas de verdad,
al ver que ya se moría.
Por vosotros estas letras
que agradecen con pasión,
y os devuelven en cuartetas
todita mi admiración.
A la puerta un ángel llega,
vestido con bata blanca,
Dios mismo le abre la puerta,
que vino a verte a mi casa.
Francisco Antonio Linares Lucena
2 de diciembre de 2023
